Rhodiola rosea: uso tradicional, composición química, farmacología y eficacia clínica

El objetivo de este artículo de revisión fue resumir la información acumulada relacionada con la composición química, actividad farmacológica, uso tradicional y oficial de Rhodiola rosea en medicina. Los estudios sobre órganos, tejidos, células y enzimas aislados han revelado que las preparaciones de Rhodiola exhiben efectos adaptogénicos que incluyen efectos neuroprotectores, cardioprotectores, antifatiga, antidepresivos, ansiolíticos, nootrópicos, que aumentan la vida útil y actividad estimulante del SNC.

Varios ensayos clínicos demuestran que la administración repetida del extracto de R. rosea ejerce un efecto antifatiga que aumenta el rendimiento mental (particularmente la capacidad de concentración en sujetos sanos) y reduce el agotamiento en pacientes con fatiga. Existen resultados alentadores para el uso de Rhodiola en la depresión leve a moderada y la ansiedad generalizada. Se han identificado varios mecanismos de acción que posiblemente contribuyan al efecto clínico de los extractos de Rhodiola. La ausencia de interacción con otros medicamentos y de efectos adversos en los ensayos clínicos lo hacen atractivo para su uso como medicamento seguro.

En conclusión, la Rhodiola rosea tiene sólida evidencia tradicional y farmacológica de su uso en la fatiga, y evidencia emergente que respalda la cognición y el estado de ánimo.