HomeEstudiosEl efecto de la suplementación con ácidos grasos omega-3 sobre los trastornos sociales y de comportamiento de niños con autismo: un ensayo clínico aleatorizado
El efecto de la suplementación con ácidos grasos omega-3 sobre los trastornos sociales y de comportamiento de niños con autismo: un ensayo clínico aleatorizado
Doaei S, Bourbour F, Teymoori Z, Jafari F, Kalantari N, Abbas Torki S, Ashoori N, Nemat Gorgani S, Gholamalizadeh M.
Pediatr Endocrinol Diabetes Metab. 2021;27(1):12-18. doi: 10.5114/pedm.2020.101806.
Algunos estudios informaron que las deficiencias de ácidos grasos esenciales pueden estar relacionadas con los trastornos del espectro autista (TEA) en niños. Este estudio tuvo como objetivo investigar el efecto de los omega-3 en las actividades sociales, verbales y conductuales en niños con TEA.
Se realizó un estudio clínico aleatorizado, doble ciego, en 54 niños con autismo, que fueron asignados a los grupos de caso (n = 28) y control (n = 26). Los casos recibieron una cápsula de 1000 mg de omega-3 al día y los controles recibieron una cápsula de 1000 mg de triglicéridos de cadena media al día como placebo durante ocho semanas. Se utilizó la segunda edición de la Escala de Calificación del Autismo de Gilliam (GARS-2) para evaluar la gravedad del autismo y el cuestionario de frecuencia alimentaria (FFQ) para evaluar su ingesta dietética. Todas las mediciones se realizaron al inicio y después de la intervención.
Después de ajustar por edad, sexo, peso al nacer, IMC, ingesta dietética, edad de la madre e IMC de la madre, el grupo de intervención había mejorado significativamente las conductas estereotipadas (p = 0,02), la comunicación social (p = 0,02) y la puntuación GARS. (p = 0,001) después de la intervención en comparación con el grupo control. No se encontraron cambios significativos en la puntuación de la subescala de interacción social.
Los hallazgos indican que el tratamiento con omega-3 mejoró las características del autismo, incluidas las conductas estereotipadas y la comunicación social. Se necesitan más estudios para confirmar estos hallazgos y determinar los mecanismos subyacentes.
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